lunedì 25 maggio 2015

El Maquiavelo de Sun Tzu

Cesare Borgia, el príncipe ideal

Queridos amigos españoles, y no españoles residentes en España: bienvenidos a la política "a la italiana". Y no me refiero a la baja moral de mis compatriotas con poder, a los chanchullos, trapicheos y chapuzas de los que somos capaces cuando damos lo peor de nosostros mismos. No, me refiero a ese arte milenario de argumentar, convencer, negociar y pactar - sí, pactar - para entenderse entre personas y logras juntos más que cada uno por separado.

Desde hoy tal vez en España se harán menos las cosas "por mis narices", del estilo "arraso 8-0 y te barro del mapa", y empezará la era del ponerse de acuerdo. Recomiendo una lectura muy apropiada: "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo ("Il principe" di Niccoló Machiavelli")
Sono tanto semplici gli uomini, e tanto obediscano alle necessità presenti, che colui che inganna troverrà sempre chi si lascerà ingannare.
Son tan simples los hombres, y tanto obedecen a las necesidades presentes, que aquel que engaña siempre econtrará a quienes se dejen engañar.
Governare è far credere
Gobernar es hacer creer
Si Italia no os gusta como fuente de ispiración, entonces "El arte de la guerra" de Sun Tzu, con sus más de dos mil años, será ideal.
Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas
La mejor victoria es vencer sin combatir
A estudiar todos, y bien. Nos hará falta.

venerdì 22 maggio 2015

Vino = Arte (?)

Che cos'è l'arte? Un fatto estetico, di facciata, di sostanza, mistico? Quali discipline umane, se amate con talento, possono elevarsi all'Olimpo artistico? Perfino l'amore per il vino? Oppure si tratta solo di ubriacarsi, e l'unico dio a cui rivolgersi è un dio minore, il Bacco orgiastico dell'oblio?

Una risposta ce la dà questo originalissimo video riproposto da Eataly sui 10 stereotipi di chi beve vino. Buona visione - pardon, sbronza - pardon, risate.



martedì 12 maggio 2015

Adiós Walter White


Addio, Walter White. Eravamo amici ormai, due compagni di avventure precipitati insieme nell’inferno dell’uomo senz’anima, capace di tutto, più nero del nero. E invece dopo 64 episodi la serie è finita. Dove vanno i personaggi di cui ci innamoriamo quando la loro storia finisce? Continuano a vivere in un paradiso narrativo degli eroi inventati? O nell’inferno di chi ha il cuore di tenebra? Walt, mi hai mantenuto con il fiato sospeso per mesi, teso come se fossi io a rischiare l’osso del collo, oppure infuriato, depresso, impaurito o devastato a seconda dei capricci di quel genio che è il tuo creatore, Vince Gilligan. E ora è tutto finito.

Devo ancora capire perché la tua storia mi abbia coinvolto così tanto. I colpi di scena? La crudezza morale? La grande umanità dei personaggi? Un copione da urlo? Tutto vero, ma riduttivo. È stato l’ingrediente segreto, quel quid magico che solo un alchimista come te poteva usare nella sua ricetta magica per la droga definitiva: il thriller da sofà. Il vuoto che mi è esploso dentro dopo l’ultimo fade to black sarà duro da riempire. Chissà che non mi tocchi rivedere Breaking Bad completo da capo per rubarti la ricetta... per il successo.


Adiós, Walter White. Ya éramos amigos, dos compañeros de aventuras precipitados juntos en el infierno del hombre sin alma, capaz de cualquier cosa, más negro que el negro. Pero después de 64 episodios la serie ha terminado. ¿Dónde van los personajes de los que nos enamoramos cuando termina su historia? ¿Siguen viviendo en el paraíso narrativo de los héroes de ficción? O en el infierno de los que llevan por dentro el corazón de las tinieblas? Walt, me has mantenido en vilo durante meses, tenso como si me jugara el cuello yo mismo, o bien enfurecido, deprimido, asustado o destrozado según los caprichos de ese genio que es tu creador, Vince Gilligan. Y ahora todo ha terminado.

Todavía tengo que averiguar por qué tu historia me ha enganchado tanto. ¿Los giros de guión? ¿La moral cruda? ¿La gran humanidad de los personajes? ¿Un guión monumental? Todo cierto, pero simplista. Ha sido el ingrediente secreto, ese algo mágico que sólo un alquimista como tú podía utilizar en su receta mágica para la droga definitiva: el thriller de sofá. El vacío que explotó dentro de mí después del último fundido en negro será difícil de llenar. Tal vez me tocará volver a ver Breaking Bad completa para robarte la receta... para el éxito.