giovedì 16 ottobre 2014

La prisa, mi demonio


Es una señal. Si te llega el mismo aviso dos veces seguidas por dos caminos distintos, se merece una atención especial. Me ha pasado con esta etrevista y este texto, ambos con un mismo mensaje: tomémonos el tiempo para saborear la vida y no tragarla corriendo como si fuera un cheesburger.
Cada vez que mi hija me desviaba de mi horario, me decía a mí misma: "No tenemos tiempo para esto". Así que las dos palabras que más usaba con mi pequeña amante de la vida eran: "Date prisa".
Esa era la maldición en la que vivía la escritora Rachel Macy Stafford. Pero ya no: 
No diré: "No tenemos tiempo para esto". Porque básicamente estaría diciendo: "No tenemos tiempo para vivir". Hacer una pausa para deleitarse con los placeres simples de la vida es la única manera de vivir de verdad.
[Aquí el texto completo]

En la misma línea la entrevista de la psiquiatra Marina Díaz-Marsá:
Necesitamos de verdad dejar de hacer cosas, sentarnos, conseguir tener tiempo para nosotros mismos.

Eres tú, la prisa, mi enemigo. Un enemigo súbdolo, tenaz y escurridizo. Mi demonio. Pero te puedo vencer, basta con dejar de decir "No tengo tiempo". A partir de hoy empieza la lucha, pero ahora que te conozco no me vencerás.

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