Es una señal. Si te llega el mismo aviso dos veces seguidas por dos caminos distintos, se merece una atención especial. Me ha pasado con esta etrevista y este texto, ambos con un mismo mensaje: tomémonos el tiempo para saborear la vida y no tragarla corriendo como si fuera un cheesburger.
Cada vez que mi hija me desviaba de mi horario, me decía a mí misma: "No tenemos tiempo para esto". Así que las dos palabras que más usaba con mi pequeña amante de la vida eran: "Date prisa".
Esa era la maldición en la que vivía la escritora Rachel Macy Stafford. Pero ya no:
No diré: "No tenemos tiempo para esto". Porque básicamente estaría diciendo: "No tenemos tiempo para vivir". Hacer una pausa para deleitarse con los placeres simples de la vida es la única manera de vivir de verdad.
[Aquí el texto completo]
En la misma línea la entrevista de la psiquiatra Marina Díaz-Marsá:
Necesitamos de verdad dejar de hacer cosas, sentarnos, conseguir tener tiempo para nosotros mismos.
[Aquí el video completo de la entrevista]
Eres tú, la prisa, mi enemigo. Un enemigo súbdolo, tenaz y escurridizo. Mi demonio. Pero te puedo vencer, basta con dejar de decir "No tengo tiempo". A partir de hoy empieza la lucha, pero ahora que te conozco no me vencerás.
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